Sed bienvenidos a este pequeño pueblo literario pensado para compartir el amor por las letras y, sin ningún tipo de pretensión, hacer de él un canal abierto de comunicación entre personas con gustos afines, en el que poder intercambiar esas inquietudes que nos llevan a escribir. ¡Gracias por llegar hasta aquí!

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martes, 6 de marzo de 2012

ROMANCE DE MONTESCLAROS

Montesclaros, Montesclaros
a mi pueblo yo quiero cantar
y contar lo que a mí me contaron
para que otros lo puedan contar.

Dicen que hacia el mil quinientos
este pueblo se vino a crear
y que fueron de Navamorcuende
quienes lo vinieron  a habitar.

Y cuentan que fueron quince
las familias que llegaron,
todos ellos labradores,
para trabajar los campos.

Que Don Álvaro de Luna
a su hija  lo entregó
y  su hija a los colonos
a su vez lo regaló.

Montesclaros, Montesclaros
guardabas en tu corazón
unas canteras de mármol
trabajadas con  tesón.

Ellos con picos y palas
con podones, con  azadón
y con sudor de su frente
de esa piedra la cal nació.

Las dos Castillas conocen
el fruto de nuestra tierra,
la cal de nuestros caleros
y sus grandes montaneras.

La Cibeles y Neptuno
y las piedras de San Pedro,
está escrito en los archivos
que son piedras de mi pueblo.

Montesclaros, Montesclaros
a mi pueblo no puedo olvidar
ni a mi Virgen del Remedio
ni a Santa Águeda y San Sebastián.


Avelina Cano

9 comentarios:

Anónimo dijo...

De Nelson Simón (poeta cubano)

Montes Claros
a Darío Cano Espadas

Claros los montes,
(a los que vamos)
de un gris tan claro
que se confunde
en el horizonte.

Agua que baja
de las colinas
y se remansa
en la gran panza
del viejo cántaro,
de la cocina.

Dulces las uvas
en su racimo:
tonel y tiempo,
garrafoncito
que guarda
el vino humilde
del que, en la tarde,
todos bebimos.

Olor a jaras,
enebro,
encino.
Piedras dormidas
junto al camino:
no son becerros,
cerdos o chivos,
solo son piedras
y ya dormían,
cuando los tiempos
de iberos, celtas
y otras tribus.

Duermen las casas
y las acequias
y los vecinos.

Duerme el establo
—cal y madera,
abandono, olvido—
el sueño nuevo
que le ha nacido.

Duermen los cerros,
los descampados
y dormía el pueblo
de Montes Claros
cuando partimos.

La Abuela dijo...

Es una gozada leer estas maravillas,que no nos falte jamas el precioso poder de las palabras.

Un saludo

Belén R. dijo...

Abuela muchas gracias por tu comentario alentador.
Y al anónimo de arriba gracias por dejarnos otro trocito de corazón en tu poema.

Abuela Ciber dijo...

Hermoso llegar hasta acá y encontrar sentires tan gratos.

En este 8 de marzo, recibe un abrazo de flores, desde Uruguay, colmado de buenos sentires y aromas gratos.

Cariños

Anónimo dijo...

Anónimo:
¿Quién eres tú?

Tuyo y mio, grande y pequeño
borra esas ideas de tu mente
entonces todo te pertenecerá y
serás dueñ@ de todo
Este cuerpo no te pertenece
tampoco eres de este cuerpo
El cuerpo está hecho de fuego,
aire, tierra y éter y
retornará en estos elementos
Pero el alma es permanente
- así que ¿Quién eres tú?

Quines dijo...

Termino, ahora mismo de descubrir el blog.
Te felicito Belén, es un rincón de equilibrio, sosiego y deleite.
Me ha encantado ver la poesía de tu madre.
Como hubiera disfrutado de participar desde aquí de este espacio.
Claro, que de otro modo, sigue aquí. En el corazón y los recuerdos de los que tanto la quisimos y la queremos. Las personas que transmiten, gozan de la eternidad del recuerdo.
Y está claro que de un modo u otro supo inculcarte el encanto de la poesía.

Besos.

Belén R. dijo...

Gracias! Te leo a diario.
Saludos.

Belén R. dijo...

Gracias por estar aquí!.
Si te soy sincera he ideado este espacio, un poco, alimentando su recuerdo.
Tambien es cierto que toda la vida hemos compartido el gusto por escribir. Algo tendrá que ver la genética.

Besos.

Belén R. dijo...

Muy buena para reflexionar.
Gracias.

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