Querida mamá:
Te escribo la presente con la ilusión de que te llegue a la morada que habitas desde hace tiempo.
Para que no se extravíe, me he asegurado de escribir la dirección completa:
*** Cielo de las madres.
*** Entregar en mano a la mía.
Con estas señas, espero que la recibas sin problema en ese cielo particular al que recurrimos todos los hijos cuando necesitamos de un consejo vuestro.
Tengo que reconocer que, aunque siempre me respondes al corazón, sigo añorando esas noches de verano en las que compartíamos horas a solas, charlando en voz baja, revisando tus "escritos" ( como los llamas) y bebiendo del fulgor de las estrellas.
Cuántos secretos nos hemos confiado, cuántas cuitas hemos solucionado y cuántos versos hemos compuesto juntas, verdad?. Jamás imaginé que una de ellas pudiera ser la última...
Pero no quiero causarte nostalgia
en este día tan especial. Sólo quiero enviarte un mensaje en el día de la madre y saber si te han llegado las flores que te envié el otro día. Te han gustado?.
Sí. Sé que vas a decirme que nunca te ha importado recibir presentes materiales y que tu mayor regalo es el tenernos cerca y unidos. Eso lo lograste hace tiempo, porque bien sé que has sido el pilar de nuestra familia ejerciendo de consejera, confidente, enfermera, economista, cocinera... en dos palabras: de madre.
Por mí no te preocupes. Estoy bien. Sólo un poco enfadada porque papá decidiera irse contigo sin ni siquiera avisarnos antes.
Cuando le veas dile en mi nombre que las cosas no se hacen así, aunque supongo que te echaba tanto de menos que no pudo esperar más.
Os imagino a ambos juntos como siempre, pero sin la limitación del tiempo ni el espacio, velando por nosotros desde ese recinto mágico del que tanto nos han hablado y que vosotros ya conocéis.
Deseo que sea tal y como nos lo han descrito y que en un futuro nos reunamos de nuevo en él con vosotros.
Mientras llega ese momento recibe todo el amor de tu hija.
Belén R.