Frente a la opacidad
de una nube en otoño,
el enigma acuoso
de tu mirada.
Frente al impacto
visual del rayo,
el reflejo nacarado
de tu piel desnuda.
Frente al rugido bronco
del trueno,
la melodía cantarina
de tu risa.
Frente a la lánguida
lluvia de octubre,
el torrente infinito
de tu llanto.
Frente al aire
galopante y sinuoso,
la placidez acompasada
de tu aliento.
Frente al caos tras el paso
de la tormenta,
la quietud tras dormir
contigo...
Belén R.